La cal es un producto de origen natural usado desde la más remota antigüedad como desinfectante. Debido a su alto porcentaje de alcalinidad, impide que las bacterias y microorganismos se adhieran a las superficies tanto interiores como exteriores.
En estos momentos de lucha contra la pandemia, la cal se reafirma como un aliado de nuestra salud, ya que su uso resulta altamente efectivo tanto en el tratamiento de aguas como en la esterilización de objetos y espacios susceptibles de algún tipo de contaminación.
La cal permite purificar el agua y eliminar las bacterias, virus y hongos que pueda contener. Esta propiedad resulta providencial en estos momentos de expansión de la Covid-19, ya que se debe garantizar en todo momento la seguridad de las aguas regeneradas de cara a su reutilización.
Cabe recordar también el uso ancestral de la cal para blanquear las casas con un doble objetivo: pintar y desinfectar.
Como ya sucedió en la lucha contra otras pandemias a lo largo de la historia de la humanidad, la cal nos ofrece todas sus propiedades purificadoras para erradicar el virus que actualmente nos acecha.